La fórmula de la felicidad

 

Mo Gawdat, ingeniero y alto ejecutivo de Google se propuso hallar la fórmula de la felicidad después de que, tras años de exitosa carrera como profesional y una familia ideal, siguiera sintiéndose profundamente infeliz. Un hecho traumático en su vida reordenó sus prioridades y aclaró su visión para finalmente hallar dicha fórmula.

LA FORMULA DE LA FELICIDAD

F ≥ e – E.*

«La felicidad es mayor o igual que los eventos que ocurren en tu vida, menos las expectativas que tienes de la propia vida»

 

¿Cuánto tiempo llevas esperando a que llegue el momento perfecto para ser feliz?

El mundo actual tiene su particular vara para medir la felicidad, basada en los éxitos profesionales y las posesiones materiales. Y lo cierto es que nos ponen un listón tan alto, que muchas ocasiones acaba asfixiándonos y ahogando las verdaderas posibilidades que tenemos de ser felices.

A pesar de ser la sociedad con más avances tecnológicos y sociales de la historia de la humanidad, estudios sociológicos afirman que somos los más infelices.

Tu cerebro te quiere vivo, no feliz

Hay una parte evolutiva en todo esto. El cerebro humano está diseñado para asegurarnos la supervivencia, no la felicidad. Esto nos ha sido muy útil cuando hace miles de años vivíamos en cuevas bajo la amenaza de animales salvajes, y dependíamos de nuestra propia destreza para encontrar alimentos y sobrevivir.

Actualmente los animales salvajes vamos a verlos al zoo, y los alimentos los cogemos de la estantería del supermercado. Entonces, ¿qué amenazas busca nuestro cerebro para asegurarnos la supervivencia?.

Aquí es donde el cerebro empieza a detectar situaciones de tipo social y a etiquetarlas como amenazas: los atascos de tráfico, los problemas del trabajo, las vacaciones que no nos podemos permitir, las relaciones familiares, los kilos ganados en el verano. Y esto va alejándonos cada vez de esa idea de felicidad, porque seamos sinceros, siempre habrá algo que mejorar en nuestras vidas.

 

No dejes que tus expectativas minen tus verdaderas posibilidades de ser feliz

Entonces, ¿tenemos que olvidarnos de nuestros sueños para ser felices?. Lo cierto que es nunca vamos a ser felices si no somos felices con lo que ya somos. Es a partir de ahí, desde donde verdaderamente podremos trabajar para seguir en el camino de la felicidad. Si estamos constantemente esperando a que algo cambie en nosotros o en los demás, siempre irán apareciendo situaciones o personas que queramos cambiar, y posponiendo nuestra verdadera posibilidad de ser felices.

 

La práctica de Mindfulness nos permite ver que ya tenemos suficientes razones para poder ser felices

El cerebro siempre buscará amenazas para asegurar nuestra supervivencia. La práctica de Mindfulness nos permite darnos cuenta y decidir si aquello a lo que dirige la atención nuestro cerebro, es o no una amenaza real. Si no lo es, tendremos la libertad para redirigir la atención a hechos y personas de nuestra vida por las que ya podemos ser felices.  Y es desde ese espacio, donde podremos continuar creciendo como personas no permitiendo que las expectativas minen nuestras posibilidades reales de ser felices. Resolviendo así la fórmula de la felicidad.

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2 comentarios en “La fórmula de la felicidad”

  1. Este artículo me ha parecido muy revelador. ¿A alguién mas le ha hecho pensar en el concepto Carpe Diem? Me he dado cuenta de que tenía el concepto mal entendido. Con este artículo he visto claro que el concepto Carpe Diem se refiere precisamente a esto. Gracias por compartir.

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